miércoles, 31 de julio de 2013

Yo también tengo un sueño...



Lo primero que quiero hacer en este blog es presentarme.

Me llamo Jesús y soy uno de esos "locos soñadores" que salieron a las calles y tomaron las plazas en mayo de 2011.

Fui parte de ese despertar colectivo, de esa catarsis, y he de reconocer que me pilló con la guardia baja, absolutamente desprevenido. No esperaba que algo así pudiera ocurrir, estaba convencido de que la sociedad se movía entre el desinterés, la desesperanza y la apatía. Y fue una sorpresa descubrir que cientos de miles de personas estaban dispuestas a rebelarse contra esa dictadura disfrazada de democracia en la que vivían; contra un sistema que subordinaba claramente el interés colectivo a los intereses de la banca y las grandes corporaciones.

Nos llamaron indignados, y es verdad que fue la indignación la que nos sacó a la calle, pero lo que realmente se respiraba en las plazas, por encina de todo, era esperanza. Esperanza en que una sociedad más justa era posible.

Habíamos despertado, y supimos que el cambio empezaba por uno mismo.

Infundir una conciencia crítica y constructiva en la sociedad era el paso siguiente. Mientras no hubiera un cambio de conciencia en la sociedad, no habría cambio. Por eso "nuestros sueños no cabían en sus urnas" (y no caben), van más allá del alcance de lo que "nuestros representantes" pueden hacer por nosotros. Y no digo que no se puedan hacer cosas desde el ámbito de la representación; pero ese ámbito es más reducido de lo que parece, sobre todo enmarcado como está dentro de una Europa mercantilista y un mundo globalizado al servicio de los intereses del Mercado.

Sabíamos que la idea era ambiciosa, y romper con el pensamiento dominante, romper con las dinámicas alentadas por una sociedad capitalista donde lo que prima es el individualismo, era un sueño difícilmente realizable. "No importa", dijimos, "vamos despacio porque vamos lejos".

Dos años después, y a simple vista, parece que nada se haya conseguido, y que nuestros objetivos queden aún más lejos de lo que estaban en un principio. ¿Es realmente así?

Yo no lo creo.

Con este blog quisiera compartir con vosotr@s cómo veo las cosas,  por qué mantengo la esperanza en que ese cambio pueda darse, y por qué creo que se sigue avanzando en esa dirección gracias a la constancia y tenacidad de unos cuantos miles de personas que mantienen viva la llama del 15M.

Yo, como ellas, me considero un soñador; no estoy solo. Y la historia está llena de soñadoras y soñadores que nunca abandonaron sus sueños, aunque sabían o intuían que no alcanzarían a verlos hechos realidad.



"You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will live as one"

Imagine.- John Lennon