miércoles, 2 de abril de 2014

Entre todos le matamos y él solo se murió

Ayer se suicidó un compañero de la PAH (Plataforma de Afectad@s por Hipoteca) de Denia.

Realmente, cuando a una persona se la acorrala y se le arrebata todo lo que tiene, incluido su futuro, deberíamos hablar de suicidio inducido, es decir, de asesinato.

Sin embargo, parece ser que nadie se siente más culpable que los comPAHs, que siempre piensan que tenían que haber hecho algo más. Es curioso, los menos culpables son los que más responsable se sienten.

El banquero parece no tener su parte de culpa, sólo “hace su trabajo”, "no es nada personal".

El político que hace las leyes, queda muy lejos del drama como para sentirse culpable, es como el que manda bombardear una ciudad desde su cómodo y acogedor despacho sin ver ni sentir la devastación y el dolor que producen sus bombas.

El juez que ordena un lanzamiento, para nada se siente culpable, el también “hace su trabajo”, se limita a aplicar la legislación que hace el político.

El policía tampoco se siente culpable, él, como los demás, sólo “hace su trabajo”, ejecuta la decisión tomada por el juez en base a la ley que legisla el político.

Lo dicho, entre todos le matamos y él solo se murió.

Hay una víctima, y sin embargo parece no haber culpables, ni cómplices, ni personas con la suficiente integridad para asumir su parte de culpa y luchar por cambiar esa realidad.

Cada uno de ellos es sin duda un engranaje de la maquinaria ejecutora, pero ninguno se plantea dejar de serlo, o negarse a ser utilizado para ese fin.

Parece ser que los únicos que han decidido no colaborar han sido los bomberos, que se han negado en rotundo a ser cómplices de un sistema que permite que familias que se han quedado sin empleo y no pueden afrontar sus hipotecas, terminen en la calle y se vean abocadas a la exclusión social, mientras los bancos, principales responsables de esta crisis-estafa, acumulan cientos de miles de viviendas vacías y son rescatados a costa de hipotecar el futuro del país, y demoler el patrimonio público y las conquistas sociales.

Desde aquí hago un llamamiento a cada uno de esos engranajes para que rechinen cada vez más.

Si realmente sentís que estáis siendo utilizados para un fin que no es vuestro cometido vocacional, haced lo que esté en vuestra mano para cambiar esas leyes que os convierten en verdugos forzados.
   
Os aseguro que no estaréis solos, sois más de los que creéis, sólo hace falta que os unáis. Cread plataformas dentro de vuestros colectivos que se declaren “Contra los Desahucios”.

“Jueces contra los desahucios”
“Fiscales contra los desahucios”
“Abogados contra los desahucios”
“Policías contra los desahucios”
“Bomberos contra los desahucios”
“Profesores contra los desahucios”

Decía Martin Luther King que lo que más le dolía era el silencio de las personas honestas.


No os calléis.

jueves, 7 de noviembre de 2013

RTVV. Ser o no ser…

Digámoslo claro, RTVV ha contribuido a mantener a los valencianos alejados de la verdad, y ha sido una herramienta de propaganda formidable para que el PP se perpetuara en el poder todos estos años, ocultando o maquillando su corrupción, y ensalzando la figura de sus líderes y sus supuestos logros.

¿Cómo deberíamos reaccionar los que durante años hemos sido conscientes de esta traición a la verdad y a la labor periodística ante este brote de rebeldía de sus trabajadores? ¿Debemos cabrearnos porque sólo han sabido reaccionar cuando ya lo dan todo por perdido? ¿Porque sólo han empezado a hacer periodismo cuando la mano que les sometía ya no les va a dar de comer?

Por otro lado, ¿en qué medida podemos condenarles por no haberse rebelado antes?

George Orwell decía que “en época de mentiras, contar la verdad es un acto revolucionario”, ¿alguien lo duda? ¿Cuántos periodistas perdieron su puesto de trabajo desde que llegó el PP? ¿Se arriesgaban sólo a perder ese puesto, o a encontrarse sin trabajo por tiempo indefinido? ¿Acaso no se vio Cristina Fallaras, periodista, “En la puta calle”, literalmente, perdiendo no solo su trabajo sino su casa?

¿No es el periodismo una de las profesiones con más tasa de paro?



¿Podemos juzgar y condenar a aquellos que día a día se han tenido que tragar su orgullo y su dignidad como periodistas mientras les obligaban a poner una venda en los ojos a los valencianos?

Precisamente, un famoso periodista, Upton Sinclair, dijo una vez: “es difícil hacer que un hombre entienda algo cuando su salario depende de que no lo entienda.”


A los que sí debemos condenar es a aquellos que lo han hecho a gusto, actuando de verdaderos mamporreros del PP, mientras jodían a sus compañeros. A esos que nadaban como pez en el agua haciéndoles el trabajo sucio para medrar. A esos sí, sin duda, y a sus amos del Partido Popular.

Pero, aquí, aparte de los puestos de trabajo, nos estamos jugando otra cosa, aún más importante si cabe, porque nos afecta a todas las personas que vivimos en el País Valenciano. Está en juego la existencia de un ente público, un medio de todos, creado y sostenido con el dinero de todos, que sí, ha estado manipulado, y sí, ha realizado una labor deplorable, pero la alternativa ahora es que termine en manos privadas, que no serán otras que manos amigas, o las mismas manos, que la han expoliado y destruido. Haciendo imposible, ya, que esa cadena pueda nunca servir a otros intereses que los suyos.

Uno de los grandes problemas que tiene el pensamiento progresista de este país es que su voz apenas llega a la población, es censurado o sepultado bajo una maraña de pseudoinformación, y eso es porque los medios, en su mayoría, están al servicio de intereses privados. La única salida que tenemos es que haya medios que no dependan de capital privado, ni del político de turno, y esa salida tiene 2 vías: los medios libres y autogestionados (sin duda un gran avance en los últimos años; pero, aunque van creciendo, siguen siendo de corto alcance) y los medios públicos libres de injerencias mafiosas de partidos, algo difícil de conseguir, pero no imposible (hasta cierto grado).

Como yo lo veo, tenemos dos opciones: rendirnos ya, y regalar RTVV al sector privado, o luchar por un medio público de calidad que responda a las necesidades culturales y periodísticas de la población valenciana.

Yo lo tengo claro: #RTVVnoestanca

miércoles, 31 de julio de 2013

Yo también tengo un sueño...



Lo primero que quiero hacer en este blog es presentarme.

Me llamo Jesús y soy uno de esos "locos soñadores" que salieron a las calles y tomaron las plazas en mayo de 2011.

Fui parte de ese despertar colectivo, de esa catarsis, y he de reconocer que me pilló con la guardia baja, absolutamente desprevenido. No esperaba que algo así pudiera ocurrir, estaba convencido de que la sociedad se movía entre el desinterés, la desesperanza y la apatía. Y fue una sorpresa descubrir que cientos de miles de personas estaban dispuestas a rebelarse contra esa dictadura disfrazada de democracia en la que vivían; contra un sistema que subordinaba claramente el interés colectivo a los intereses de la banca y las grandes corporaciones.

Nos llamaron indignados, y es verdad que fue la indignación la que nos sacó a la calle, pero lo que realmente se respiraba en las plazas, por encina de todo, era esperanza. Esperanza en que una sociedad más justa era posible.

Habíamos despertado, y supimos que el cambio empezaba por uno mismo.

Infundir una conciencia crítica y constructiva en la sociedad era el paso siguiente. Mientras no hubiera un cambio de conciencia en la sociedad, no habría cambio. Por eso "nuestros sueños no cabían en sus urnas" (y no caben), van más allá del alcance de lo que "nuestros representantes" pueden hacer por nosotros. Y no digo que no se puedan hacer cosas desde el ámbito de la representación; pero ese ámbito es más reducido de lo que parece, sobre todo enmarcado como está dentro de una Europa mercantilista y un mundo globalizado al servicio de los intereses del Mercado.

Sabíamos que la idea era ambiciosa, y romper con el pensamiento dominante, romper con las dinámicas alentadas por una sociedad capitalista donde lo que prima es el individualismo, era un sueño difícilmente realizable. "No importa", dijimos, "vamos despacio porque vamos lejos".

Dos años después, y a simple vista, parece que nada se haya conseguido, y que nuestros objetivos queden aún más lejos de lo que estaban en un principio. ¿Es realmente así?

Yo no lo creo.

Con este blog quisiera compartir con vosotr@s cómo veo las cosas,  por qué mantengo la esperanza en que ese cambio pueda darse, y por qué creo que se sigue avanzando en esa dirección gracias a la constancia y tenacidad de unos cuantos miles de personas que mantienen viva la llama del 15M.

Yo, como ellas, me considero un soñador; no estoy solo. Y la historia está llena de soñadoras y soñadores que nunca abandonaron sus sueños, aunque sabían o intuían que no alcanzarían a verlos hechos realidad.



"You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will live as one"

Imagine.- John Lennon